PERIODISMO AMARILLO AL BANQUILLO, por Jorge Gómez Barata

[Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>]

Title: MIAMI LES PAGAN Y LES PEGAN

MIAMI: PERIODISMO CORRUPTO AL BANQUILLO

                                  

                                                                    Jorge Gómez Barata

 

Los empeños de manipulación por vía de los medios de comunicación son más eficaces cuando nos hacen creer que recibimos una información excelente. Así ocurre con la anécdota acerca del escándalo de bajo costo que involucra a algunas firmas editoriales y a voceros emblemáticos del periodismo contrarrevolucionario de Miami.

En ese affaire, que recuerda las operaciones de limpieza de la escena del crimen realizadas por los delincuentes, lo verdaderamente importante no son los buscavidas que por sumas ridículas, asumieron una relación carnal con el gobierno, generando algo más repugnante que un conflicto de intereses.

El incidente ratifica que en Miami la política y la ideología están asociadas a la corrupción y las ilegalidades, al tráfico de influencias, sobornos, ansias de poder y mezquinas ambiciones personales.

Más importante que emplazar a los buscavidas puestos en la picota por aceptar algunas sumas para hacer propaganda anticubana, sería denunciar a quién las aportó y, siguiendo la ruta del dinero, llegar hasta el nido de corrupción que, esta vez no está en Miami, sino en Washington.

Radio y Televisión Martí son entidades abiertamente ilegales, corruptas por su esencia y desde su origen, hecho conocido por la Junta de Transmisiones, la Voz de los Estados Unidos, la Comisión Federal de Comunicaciones y el Congreso que fiscalizan sus operaciones, nombran a sus funcionarios, y asignan los fondos para su funcionamiento.

Radio Martí salio al aire en 1985 con un presupuesto que nunca ha sido menor de 15 millones de dólares anuales y, en 21 años ha gastado más de 250 millones. La televisora del mismo nombre requirió inversiones previas por alrededor de 100 millones a lo que se añade un presupuesto no inferior a los 25 millones anuales. En 16 años sus gastos superan los 600 millones de dólares.   

A semejante dispendio se añade el financiamiento de un rosario de decenas de plantas radiales que durante 40 años, desde Miami, Cayo Hueso, Indiana, Tennessee, Luisiana y Nueva York, varios países de América Central, Colombia, Venezuela, Puerto Rico y Santo Domingo, entre otros, han trasmitido contra Cuba a un costo no inferior a los 300 millones de dólares. Durante más de diez años la Voz de América mantuvo en el aire una costosa programación especial contra la isla denominada “Cita con Cuba”.

Apreciado en su conjunto, esos esfuerzos configuran la más vasta operación transnacional en materia de transmisiones radiales de que se tengan noticias y que, sostenida a lo largo de 48 años, ha costado a los contribuyentes norteamericanos no menos de mil millones de dólares. 

Todo ese dinero se ha utilizado con fines ilegales, incluso criminales y una parte para las llamadas acciones de lobby que es como llaman es Estados Unidos a un tipo especial de soborno y trafico de influencias. En Radio y TV Martí todo es corrupto.

En las mal llamadas Radio y Televisión Martí donde todo es inmoral, no sólo por sus fines, sino por el contagioso ambiente corrupto e ilegal que impera en la política norteamericana hacia Cuba, lo sucedido es francamente trivial. Al lado de los más de mil millones dilapidados en un empeño inútil. Los honorarios ilegítimos pagados a los peseteros de Miami son una bicoca.  

Desde luego que la culpabilidad del gobierno norteamericano, no exonera a las figurillas denunciadas y a otros que deben haber puesto sus barbas en remojo. Ninguno de ellos es corrupto por haber aceptado unas migajas, lo fueron desde que hace mucho tiempo vendieron su alma al diablo y se dedicaron a mentir, manipular y denigrar a Cuba.

En realidad se trata de unos 250 000 dólares que entre los diez involucrados promedian unos 25 000 per cápita anuales y que, repartidos a lo largo de unos cinco  años, vienen siendo unos 5000 dólares anuales.

De haber sabido que eran tan baratos, hace tiempo hubiera aparecido el dinero necesario para pagarles. No para que hablaran a favor o en contra de algo, sino para que se callaran.