RAUL EN POCAS PALABRAS, por Jorge Gómez Barata

[Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>]

Title: HABLÓ Y DIJO

RAUL EN POCAS PALABRAS

                                                                   Jorge Gómez Barata

 

Raúl Castro habló y dijo lo que tenía que decir: lo que era necesario, oportuno e importante. Como él inculca a sus subordinados y colaboradores: en tiempo, lugar y forma.  

Fiel a ese credo, escogió a Granma, órgano del Partido Comunista,   habló de modo sereno, meditado y breve y fue al grano: primero lo primero. Lo más importante: Fidel y su salud, que mejora consistentemente bajo la atención de competentes y consagrados profesionales, respaldados por la condición física y la entereza del paciente.  

Luego de felicitar al pueblo y agradecer a las personas e instituciones que en Cuba y el mundo se interesan por la salud de Fidel, incluyendo a los doce mil firmantes de la Declaración que reclama respeto hacía la soberanía cubana y rechaza el llamado Plan Bush, recordó, que las medidas para anticiparse a cualquier aventura militar contra Cuba, están tomadas, las ordenes están dadas y los combatientes están en sus puestos.

De pasada, Raúl recordó que ocupar espacios en la televisión o en la prensa no forma parte de su estilo y tampoco de sus tareas, muchas de ellas relacionadas con la defensa, ámbito donde es vital la discreción. Dejó claro que se trata de su manera de ser que, no piensa cambiar, entre otras cosas porque no hace falta. La Isla es pequeña y los cubanos saben dónde está y qué hace.

Las orientaciones están dadas en la Proclama emitida por Fidel y reina una absoluta tranquilidad en el país. De no ser por cuestiones externas, no hubiera sido necesario movilizar ni un pionero.

No obstante, fue enfático al decir que jamás echa en saco roto una amenaza del gobierno de Estados Unidos, mención que le dio pie para recordar que el lenguaje de las amenazas no es un camino viable con Cuba.

Como para no dejar duda de la consecuencia en esta idea y del grado de consenso existente en torno a ella, Raúl dijo que releyendo los documentos de los congresos del Partido halló ideas pertinentes para hoy y citó el informe al Tercer Congreso, efectuado hace veinte años en el que Fidel recordó que: "Cuba…no es remisa a discutir su prolongado diferendo con Estados Unidos e ir a la búsqueda de paz y mejores relaciones entre nuestros dos pueblos… Esto será posible únicamente cuando Estados Unidos se decida a negociar con seriedad y esté dispuesto a tratar con nosotros con espíritu de igualdad, reciprocidad y el más pleno respeto mutuo."

En contraposición, Raúl mencionó el documento aprobado por el presidente Bush el pasado 10 de julio, que incluye un anexo secreto, presuntamente ilegal y entró en detalles acerca de las medidas defensivas adoptadas, revelando que el primero de agosto, en cumplimiento de planes aprobados por Fidel, impartió ordenes para elevar sustancialmente la capacidad y disposición combativa de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, movilizando decenas de miles de reservistas y milicianos y puntualizando las misiones a las principales unidades regulares, incluidas las Tropas Especiales.

En un aviso de que no se trata de un episodio circunstancial, señaló que las tropas movilizadas se rotarán manteniendo cifras aproximadamente iguales de hombres sobre las armas. Raúl denunció el incremento de las transmisiones subversivas de radio y televisión mediante un avión que trasmite desde aguas internacionales, en franca violación de los acuerdos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

Como para subrayar el carácter institucional y colegiado de sus decisiones, Raúl Castro, en quien Fidel delegó las máximas responsabilidades mientras dure su convalecencia, recordó que en el mes de julio el tema de la defensa fue analizado ampliamente por el Quinto Pleno del Comité Central del Partido.

El Ministro de las FAR, devoto de la exactitud y de la precisión, finalizó su conversación con un fragmento del Informe de Fidel al Primer Congreso del Partido en 1975, que de tanto citar se ha aprendido de memoria: "Mientras exista el imperialismo, el Partido, el Estado y el pueblo, les prestarán a los servicios de la defensa la máxima atención. La guardia revolucionaria no se descuidará jamás. La historia enseña con demasiada elocuencia que los que olvidan este principio, no sobreviven al error."

Cuando se termina la lectura de la entrevista, se siente la sensación de que Raúl habló con cada uno de nosotros, que nos dijo todo lo que era necesario y que todos los mensajes están emitidos, como él acostumbra: alto, claro y sin ambigüedades.

Es el Raúl que el pueblo conoce, aprecia y sigue y que otra vez apela a la unidad. Mientras ella sea preservada, la Revolución está asegurada.