UN RUSO AMENAZADO, por Jorge Gómez Barata

[Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>]

Title: DOS EN UNO

NO HAY PEOR RUSO QUE UN RUSO AMENAZADO

 

                                                                                   Jorge Gómez Barata

 

En un inmenso espacio euroasiático de alrededor de 22 millones de kilómetros cuadrados, la sexta parte del planeta, sucesivamente existieron tres estados multinacionales: el imperio zarista y la Unión Soviética y ahora Rusia.

La enormidad de un territorio que incluye vastas zonas europeas, asiáticas y árticas hizo del imperio ruso, de la Unión Soviética y de la Rusia actual, cada uno en su momento, los estados de mayor extensión territorial del mundo.   

Los habitantes de esa mega nación, hasta no hace mucho una superpotencia, son los pueblos menos considerados de Europa. A ellos se le escatiman todos los méritos y se le niegan todas las virtudes. Para Europa Occidental y los Estados Unidos, los eslavos son tribus primitivas, sus lenguas inteligibles dialectos, su psicología social un enigma, su cultura vodka y folklore y su literatura, la descripción de los modos de vidas de comunidades primitivas,  violentas y aisladas.

Para muchos historiadores e ideólogos, los conquistadores fueron rechazados, más que por pueblos patriotas, por una naturaleza inhóspita y un frió glaciar. Según ciertos puntos de vista falsos, Napoleón, además de por el invierno, fue derrotado por las pulgas y los piojos y Hitler sucumbió por haber extendido excesivamente sus líneas de abastecimiento.

La Primera Guerra Mundial la ganó Wilson aunque Rusia puso la cuarta parte de las bajas y la segunda Eisenhower, a pesar de que los rusos soportaron el peso de la guerra, libraron las más grandes batallas, perdieron 27 millones de vidas, liberaron la mayor parte de Europa y tomaron Berlín.

Cuando se habla de la campaña de Rusia se dedican más páginas a explicar la derrota de Napoleón que a loar la victoria de Kutuzov. En todas las epocas, Europa ha conspirado contra los rusos, los soviéticos y otra vez contra los rusos porque los desprecia tanto como les teme.   

Lo vasto del territorio, las dificultades para las comunicaciones, unidos a un clima invernal severo, ha ejercido una enorme influencia en la cultura y la psicología del pueblo ruso, que ha forjado un carácter que le permite soportar el aislamiento y sobreponerse a las mayores dificultades y adversidades.

En todas las guerras, la profundidad de los vastos espacios operativos permitieron a los generales rusos y soviéticos, resistir, realizar maniobras de gran complejidad, acumular grandes reservas en la retaguardia y, llegado el momento, contraatacar. Ningún conquistador ni invasor logró nunca avasallar completamente a Rusia ni doblegar la voluntad de su pueblo.

Sería erróneo creer que por haber contribuido a la destrucción de la Unión Soviética a la que su liderazgo conduce a la restauración del capitalismo, Estados Unidos y Europa occidental, han quebrantado la capacidad de resistencia de Rusia.

Al abrir un nuevo capitulo en la carrera de armamentos, promover el cerco de Rusia con bases militares, algunas de ellas en territorios que hasta hace muy poco formaron parte de la Unión Soviética o en países eslavos que fueron sus estrechos aliados y apuntar hacía ella con cohetes nucleares, Estados Unidos coloca su política exterior en un peligroso curso.

Nadie debe olvidar que con el proyecto Manhattan y el bombardeo atómico a Hiroshima y Nagasaki, Estados Unidos adelantó en el armamento nuclear, la Unión Soviética tardó muy poco en darle alcance y, al enviar primero naves al espacio exterior, lo superó en cuanto a medios portadores.   

Cuentan que durante la crisis de los misiles de 1962, el momento de la Guerra Fría en que el mundo estuvo más cerca de la guerra nuclear, el presidente Kennedy comisionó a su hermano Robert, entonces Fiscal General, para negociar con la Unión Soviética y personalmente le dio la siguiente instrucción: “Presiona a Kruschov, hazlo retroceder pero no lo empujes más atrás de donde debe estar; en esa posición los rusos son muy peligrosos”.

Cierta o no la anécdota puede ser un consejo.