From Wikileaks

Jump to: navigation, search

Wikileaks: Venezuelan ambassador Freddy Balzan emails 2005-2008

← Previous messages by date •  Next message by date →

  • To: "potero" <potero@rhc.cu>
  • Subject: REVOLUCIÓN VERDE EN BLANCO Y NEGRO, por Jorge Gómez Barata
  • From: Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>
  • Date: Fri, 13 Apr 2007 17:58:27 -0400

Title: REVOLUCIÓN VERDE ONLY WITE

REVOLUCIÓN VERDE EN BLANCO Y NEGRO

 

 

                                                                            Jorge Gómez Barata

 

 

Por mi condición de maestro es frecuente que los jóvenes de mi familia y de las familias de mis amigos acudan a mi en busca de asistencia para deberes escolares, cosa que hago con cierta eficiencia y mucho placer, excepto aquella vez en que una niña me pidió ayuda para encontrar una lámina donde apareciera un africano arando la tierra.

─ Esas imágenes no existen − le contesté.

─ Por qué.

─ Porque en el África negra no hay bueyes, caballos ni campesinos.

La “Revolución Verde”, iniciada por Mexico en los años cuarenta y que, en los sesenta, se expandió por Asia y América, disparando la producción de alimentos y haciendo retroceder al hambre, nunca llegó a África, el continente donde más se le necesita. La razón ya se mencionó. En África no hay campesinos y en el sentido moderno de la expresión, tampoco agricultura y para colmo, falta dinero y nunca se desarrolló el mercado.

En África central, la cacería de esclavos duró cuatro siglos y progresó desde las regiones ribereñas del Atlántico hasta el océano Índico. En aquella cruzada el continente perdió más de cincuenta millones de personas, sobre todo varones jóvenes, hecho que provocó una irreversible alteración en los procesos de reproducción de la población. Esa  brutal anomalía explica todas las demás.   

Aquel crimen que cometió Europa, la misma que todavía se niega a reconocerlo y por tanto no hace nada para rectificarlo, dio lugar a un maligno retruécano económico, una crueldad de eficiencia inaudita llamada: comercio triangular.

Con mano de obra esclava africana; en América se producía: azúcar, café, tabaco, algodón, minerales, maderas, pieles, especias y muchas cosa más que se exportaban y se vendían en Europa, inyectando al desarrollo de aquellas sociedades una riada de recursos materiales y financieros y que en parte explican el milagro.

Mientras gracias a aquella inmoral transacción, Sevilla, Amberes, Southampon, Brujas, Boston y Nueva York, y también La Habana, Cartagena, Veracruz y otras ciudades prosperaban, África era un valle de lágrimas poblado por ancianos y mujeres, gobernados por jefecillos corrompidos por el aguardiente, las armas de fuego y el dinero ganado mediante la venta de sus hermanos.

Privada de sus varones jóvenes, la cadena reproductiva africana se alteró dramáticamente, fenómeno que junto al hambre y las enfermedades, explican la escasa población de la mayoría de los países de ese continente. A ello añádase que, por razones higiénicas, en África Central abunda la mosca tse tse con la cual las reses y los caballos no pueden convivir.

Por esos antecedentes y por la incapacidad de los gobiernos y el desinterés de las transnacionales agrícolas que no tienen nada que ganar allí, a Norman Ernest Borlaug, padre de la “Revolución Verde” le resultó imposible llevar sus milagrosas semillas al África, donde todavía no han podido aprovechar los frutos de su talento.

Aquel día no pude explicarle todo esto a una jovencita de octavo grado que ya debe saber que en África, no sólo no hay campesinos, sino que tampoco existieron allí la burguesía nacional ni el proletariado y donde, a casi cuarenta años de que los americanos desembarcaran en la luna, todavía existen tribus.

Probablemente ella conozca que, a pesar de que en Europa se deshacen de millones de hectolitros de leche y sacrifican las vacas para evitar que bajen los precios, en África la gente muere por no consumir sal. 

La nueva oferta de cultivar transgénicos para fabricar etanol, biodiesel y piensos, es otra trampa. Más práctico y humano sería crear condiciones para producir en África granos, lácteos, carne y huevos, cosa que permitiría a Estados Unidos, sin complejo ni culpa alguna, utilizar todo su maíz para lo que mejor le parezca.

¿Por qué Monsanto y las otras transnacionales devotas de los cultivos transgénicos no fomentan la agricultura africana?

¿Por qué la Unión Europea y Estados Unidos no promueven programas de desarrollo agrícola en África Central, y contribuyen a mitigar las consecuencias de la esclavitud?

La respuesta es mezquina: África no es rentable. Allí se necesitan obras de infraestructura, mejorar las condiciones higiénicas y fitosanitarias, crear sistemas de riego y drenaje, gastar en maquinaria pesada para el laboreo en tierras vírgenes, calificar la mano de obra y otras cosas más. Todo eso cuesta dinero.

Es preferible usar a Brasil, Argentina y otros países donde todo está hecho o es más barato y, en caso necesario, con dinero público, los gobiernos   fomentan carreteras, electricidad, puertos y sistemas de riego. No hay nada nuevo. Es más de lo mismo, otra vuelta a la tuerca.  


This message is part of a particular mailbox provided at WikiLeaks and it should be discussed here. See also .

← Previous messages by date •  Next message by date →


Retrieved from "Wikileaks"
Personal tools