EL ESTILO DE LA MAFIA, por Jorge Gómez Barata

[Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>]

Title: Replica, Progreso Altenativa, Unanuez, Muñiz Varela, Emilio Milian, Eulalio Negrín, Maria Cristina Herrera, Letelier, Kennedy

ATENTADOS A POR ESTO!:

                                              EN EL MEJOR ESTILO DE LA MAFIA

                                                                        Jorge Gómez Barata

 

A pesar de sus enormes costos humanos y cuotas de sufrimiento inocente, los brutales e injustificables sucesos del  11⁄S aportaron la esperanza de que el compromiso del gobierno norteamericano pusiera fin al terrorismo, utilizado como instrumento político y amparado oficialmente. Al fin se acabarían las guerras sucias y nadie podría alardear: “Pusimos la bomba ¿y qué?

Sin embargo, todo indica que la regla tiene excepciones, sobre todo por la persistencia del amparo oficial a la mafia contrarrevolucionaria de origen cubano, que opera en Miami y que en el pasado, al servicio del gobierno norteamericano, utilizó contra Cuba la más amplia gama de acciones terroristas que se haya conocido nunca.    

La protección ofrecida por las autoridades norteamericanas a Luis Posada Carriles, reo confeso de actos de terrorismo internacional y eje de una operación multinacional de encubrimiento que incluyó: la salida e ingreso clandestino de Panamá y Honduras y la entrada ilegal en Mexico y Miami, arroja sombras sobre la voluntad estadounidense de confrontar todas las manifestaciones del terrorismo.

Todavía se recuerda que organizaciones contrarrevolucionarias como Omega 7 y el CORU, tuvieron que ser llamadas al orden por las autoridades norteamericanas, que las auspiciaron porque al salirse de control, actuaron en los propios Estados Unidos en casos de tanta gravedad como el asesinato de Orlando Letelier, así como, atentados con bombas, contra embajadas, buques, líneas aéreas, publicaciones e incluso contra la sede de Naciones Unidas.

Una práctica preferida por esa mafia fue atacar a órganos de prensa y a personas vinculadas a ellos. La revista Replica y la Radio Progreso Alternativa fueron víctimas de tales prácticas terroristas, lo mismo que personas como Carlos Muñiz Varela, Miguel de Unanuez, Eulalio Negrín, Maria Cristina Herrera, algunos de los cuales murieron en atentados.

Los reiterados ataques con granadas contra el diario mexicano ¡Por Esto!, a quien la elite contrarrevolucionaria de Miami no perdona su valiente y vertical posición al revelar las maniobras para extraer a Luis Posada Carriles de Centroamérica y trasladarlo a Miami, vía Mexico, a bordo del buque Santrina, llevan el sello inconfundible de la mafia de Miami, a quien le sobran granadas y dinero sucio para pagar a los mercenarios que en su nombre, halan los gatillos en cualquier parte donde se les asegure impunidad.

Los carteles mexicanos de la droga, los gobernadores corruptos y los policías venales, así como los contrarrevolucionarios cubanos, no parecen enterados de que Bush impulsa una cruzada anti terrorista. Para la mafia de Mexico y Miami que impunemente atacan periódicos y periodistas, el 11∕S no es una frontera.