PARTO DE LOS MONTES, por Jorge Gómez Barata

[Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>]

Title: NO ALINEAMIENTO:

MOVIMIENTO NO ALINEADO: PARTO DE LOS MONTES

                                                       

                                                                          Jorge Gómez Barata

 

Así como la ONU apareció como fruto de la alianza entre las grandes potencias decididas a evitar las guerras entre ellas, el Movimiento de Países No Alineados, surgió desde el Tercer Mundo para impedir que la confrontación Este-Oeste, lo comprimiera y lo apartara de sus prioridades reales.

Dos guerras mundiales en la misma generación revelaron que las superpotencias eran demasiado poderosas para enfrentarse entre si, aunque no por ello renunciaron a sus objetivos, sino que trataron de alcanzarlos mediante la llamada Guerra Fría que, en parte, tuvo al Tercer Mundo como escenario e instrumento.

Ya sea como “enfant terrible” del socialismo real o como líderes nacionalistas, Tito, Nasser, Sukarno, Senghor y Nehru estuvieron entre los precursores y forjadores del Movimiento de Países No Alineados, que tuvo en la Conferencia Afroasiática de Bandung un magnifico antecedente.

La Conferencia, efectuada en 1955 reunió a 29 países de Asia y África, de variada orientación ideológica y filiación política, aunque identificados por la voluntad de sacudir las rémoras del colonialismo y evitar que la pugna entre las superpotencias los absorbiera, convirtiéndolos en apéndices de sus políticas e instrumentos de sus maniobras.

Aquel fue el primer gran evento internacional convocado por los paises tercermundistas en el que no estuvo presente ninguna potencia europea, tampoco se invitó a los Estados Unidos ni a la Unión Soviética y, por primera vez desde Gengis Kan, se identificó a un liderazgo internacional que no era europeo ni norteamericano, rechazaba la hegemonía de las superpotencias y  justipreciaba los peligros de ser instrumentos de la confrontación Este-Oeste.

Bandung sirvió de escenario para la adopción de los principios de política exterior que más tarde servirían de base  al Movimiento de Países No Alineados que, además de ratificar los preceptos de la Carta de la ONU, añadieron el rechazo al colonialismo y el neocolonialismo, el racismo y la discriminación nacional y condenaron la práctica de las potencias imperiales de presionar o amenazar a otros países.

Entre los países que aportaron al éxito de aquel primer encuentro de los pueblos afroasiáticos estuvo la República Popular China, único país comunista, representado por su primer ministro Zhou Enlai, cuyo pragmatismo y  moderación contribuyeron a que el consenso prevaleciera frente a las deferencias ideológicas y políticas.

Aquellos grandes líderes se encontrarían después con Tito en Brioni y en 1961 en Belgrado fundarían el Movimiento de Países no Alineados, que no sólo sobrevivió a la Guerra Fría y al desastre de los países ex socialista, sino que en la era unipolar da signos de una prometedora vitalidad.

Cuando el próximo día 11 se instale en La Habana la XIV Conferencia Cumbre del Movimiento de Países no Alineados, en el ambiente flotará el “Espíritu de Bandung” y seguramente se recordará a los lideres tercermundistas que venían del África profunda, cuna del hombre, de la India, Egipto, Persia, Arabia, China y Mesopotamia, donde nacieron las grandes religiones y la humanidad aprendió a escribir, contar, medir el tiempo y sobre todo, a pensar y a amar la libertad.

En momentos en que Cuba sigue atentamente la convalecencia de su líder Fidel Castro y mantiene alerta sus fuerzas armadas, se tiene presente que una de las tareas a las que en su proclama el Comandante indicó la mayor atención, fue la Cumbre de los Países No Alineados.